Hace aproximadamente cinco años coordine la reforma total de este piso. Fue una reforma sencilla, funcional y barata al gusto y medios de la dueña.
Una de las cosas más satisfactorias de aquella obra fue que la dueña del piso dejó a mi criterio el modo de aislar las paredes de fachada y se fió de mi al recomendarle rellenar los tabiques tambor con celulosa. Hoy, después de cinco años de tener la instalación preparada para los radiadores, todavía no los ha colocado.
¡No hace frio!
En el hueco visto anteriormente, hace poco he realizado un mueble a medida. Una librería cristalera que se adapta a un hueco perdido sin resaltar.
Melamina blanca y encimera de maple natural, lacado a tono de una mecedora en la que sentarse a leer.