En un piso se encontraba esta chimenea de obra sin posibilidad de uso. Era un hueco de poca profundidad y que, en las pocas ocasiones en que se había intentado encender un fuego, el humo se quedaba en casa.
El dueño del piso decidió hacer algo al respecto. Quería fuego visto y calor para reducir el consumo electrico de los radiadores. Había varias posibilidades, y la más habitual suele ser montar una chimenea de cassette revestida con piedra artificial...
Le propuse hacer una salidad de humos con recuperador de calor. Acumular el calor que se escapa por la chimenea en un bloque de masa térmica construido sobre el cassette.
En el revestimiento de la cassette usamos ladrillo perforado de cara vista.
Después, ladrillos refractarios.
En el acumulador de calor ponemos un registro de limpieza en un lateral.
El trabajo se hizo en dos jornadas. Tras la primera, quedó así.
Estos dos huecos son: el de la izquierda, la salida de humos, el de la derecha, una separación de la pared trasera para evitar puentes térmicos entre el acumulador y la pared. En esta ranura de separación, en el extremo inferior de los dos lados, dejamos entradas de aire. Por esas aperturas entrará aire que en contacto con la pared de la chimenea saldrá calefactado por una ranura superior que queda abierta.
En la zona superior, en la parte trasera que no queda vista, podemos usar nuevamente ladrillos perforados para reducir costes.
La salida de humos queda detrás. Un tubo colocado horizontalmente comunica el interior del bloque de ladrillo con la antigua salida de humos.
Cierre superior del bloque de masa térmica.Para simplificar el montaje, estos ladrillos se soportan sobre una chapa de hierro.
Una calefacción sencilla, barata y con mucha masa termica en casa.
Gran porcentaje del calor que se perdería por la chimenea, se queda con nosotros.
