Laura y Andrius
están haciendo obra en casa y, todo lo que está en sus manos, lo hacen
ellos mismos.
Pero, como suele ocurrir a menudo en las obras, surgen contratiempos. A veces son problemas que nos desbordan. En el techo de su piso, algunas vigas tuvieron que ser restituidas. Este contratiempo hizo mella en su economía. El arquitecto les hablaba de vigas laminadas "in situ", de unos profesionales que eran expertos en este campo...Y cuyo coste se llevaría el presupuesto para muchos materiales. Los tiempos de obra y el poder hacer frente económicamente a la misma, se ponía dificil. Contactaron conmigo.
Pero, como suele ocurrir a menudo en las obras, surgen contratiempos. A veces son problemas que nos desbordan. En el techo de su piso, algunas vigas tuvieron que ser restituidas. Este contratiempo hizo mella en su economía. El arquitecto les hablaba de vigas laminadas "in situ", de unos profesionales que eran expertos en este campo...Y cuyo coste se llevaría el presupuesto para muchos materiales. Los tiempos de obra y el poder hacer frente económicamente a la misma, se ponía dificil. Contactaron conmigo.
En la medida de lo posible, por medio de fotos y planos que me mandaron, pude asesorarles. Les recomendé buscar ellos mismos vigas laminadas en algún almacen. Al fin y al cavo, lo que necesitaban era algo estandar. Vigas laminadas de 4,25 m. que podían subir, aunque con alguna dificultad, por el balcón de la casa.
Laminar in situ, era algo demasiado artístico para su obra. Su necesidad no era la del mercado de Santa Caterina. Simplememte necesitaban vigas rectas.
Ellos dirán si mis consejos les fueron de ayuda. (Espero hagan su comentario más adelante en este blog)
Voviendo al origen de nuestro encuentro, diré que su primer email fue para conseguir el sistema Aise Tarima Fácil. Querían montar la tarima por su cuenta y poder hacer frente al coste de una obra, que cada vez pedía más euros. Personalmente les llevé el material y les di las pautas de montaje. Han tardado en empezar, pero ya están en ello.
Andrius nivela un rastrel maestro. El primer rastrel se coloca paralelo
a
la pared, dejando entre 4 y 8 cm entre él y la pared. Después, en este
caso, se colocan dos más, uno en el centro de la estancia, y otro en la
pared de enfrente. Todos a nivel.
Seguidamente se fijan los intermedios ayudándose de la regla para
nivelarlos con facilidad. La distancia entre rastreles será de entre 35 y
40 cm, dependiendo del grosor de la tarima. A tarima más fina, menos
distancia entre rastreles...
La
base de su casa estaba muy desnivelada. Para colocar uno de los suelos
económicos convencionales de hoy día (dicesé, laminados sintéticos
flotantes) un material que no les convencía, deberían recrecer con
mortero. Mucho peso para una estructura antigua de madera.
Recordemos
el problema que encontraron en las vigas de su techo. En esta
construcción de más de un siglo, si forzamos las vigas con demasiado
peso, en el suelo podría ocurrir algo peor.
Para asegurar el cerrar las juntas entre las testas de las tarimas y creara la junta perimetral usamos cuñas.
Un autoconstructor no tiene porque ser especialista en colocación de tarima. En este caso la velocidad no era la prioridad de Andrius. Sin prisas, él coloca la tarima, eso sí, haciendolo con seguridad y sin dañar los materiales. De esta manera tendrá fácil el aplicar un acabado natiural a base de aceite-cera sin tener que acuchillar el suelo colocado.
La celulosa en copos aislara acústica y termicamente. Un aislante natural y ligero.